Seminario No.5
Consideraciones éticas y trabajo de campo etnográfico.
Observación y notas de campo
Informe realizado por Diana Paola Herrera Castañeda
4 de septiembre de 2023
Dilmi Aluwihare-Samaranayake, Rosana Guber y Nicholas Wolfinger, en los textos:
- Ética en la investigación cualitativa: una visión del mundo de los participantes e investigadores desde un punto de vista crítico;
- La etnografía. Método, campo y reflexividad
- Redacción de notas de campo: estrategias de recopilación y expectativas de antecedentes
presentan la etnografía como una ciencia de investigación en donde el diálogo y la conciencia crítica tienen un papel importante en el proceso de empoderamiento y transformación de los participantes.
Como método de investigación cualitativa de las ciencias sociales involucra el análisis, la evaluación y la reconstrucción, a partir de:
- capturar las voces de los participantes (Mauthner y Birch, 2002)
- la comprensión de su mundo social (Buchanan, 2000)
- el estudio de las personas en su entorno natural
Por ser una ciencia de las humanidades, requiere de pautas éticas que incorporen al participante e investigador desde una perspectiva de praxis y conciencia crítica, donde es necesario resaltar dos definiciones de ética:
- Una perspectiva clásica que conlleva a hacer el bien y evitar el daño (Beauchamp y Childress, 1989).
- Una perspectiva crítica que se ocupa de las directrices y los principios que se establecen con miras a proteger a los participantes e investigadores, minimizar el daño, aumentar la suma del bien, asegurar la confianza, garantizar la integridad de la investigación, satisfacer las demandas organizacionales y profesionales, y hacer frente a problemas y preocupaciones de la comunidad (Denzin y Giardina, 2007).
La conciencia está vinculada a la capacidad de experimentar la comprensión de a realidad a partir de la evaluación, el análisis y la reconstrucción, sin dejar de lado los procesos de reflexión, retrospección y reflexión crítica.
Desde un trabajo de campo, se puede argumentar que la conciencia crítica es un proceso mediante el cual, los investigadores y los participantes reflexionan y participan en el significado, que implica cuestionar y reflexionar sobre cómo los participantes y los investigadores trabajan por el respeto, la justicia, la no maleficencia y la beneficencia.
Cuando se trabaja con y desde la comunidad, es necesario centrarse en los conflictos, contradicciones y oposiciones, incluidos los desequilibrios de poder, a fin de conocer y estudiar las causas de la alienación y la dominación para, con los participantes, encontrar herramientas que permitan procesos de liberación y transformación.
La conciencia crítica exige atención a las representaciones de las voces de los participantes y la participación de las poblaciones vulnerables (Denzin y Giardina, 2007; Long y Johnson, 2007), ente ellas:
- Los niños, niñas y adolescentes.
En quienes la privacidad y autonomía parten del permiso de los padres y/o la escuela en la cual se realiza la investigación (Shamoo y Resnik, 2009).
- Personas con enfermedades psiquiátricas, con discapacidad visual o cognitiva.
- Ancianos.
- Personas en riesgo de abuso o negligencia conyugal.
- Personas que acuden al uso de sustancias psicoactivas o alcohol.
- Pacientes forenses (Miller y Boulton, 2007).
- Pobres.
- Grupos étnicos (afros, indígenas…)
Un método estándar para informar a los participantes es el uso Consentimiento Informado, que es un proceso, no solo un formato, que consiste en la manifestación expresa de una persona competente (cuya capacidad física, mental y moral le permite tomar una decisión, en condiciones tales que pueda conocer los riesgos, beneficios, consecuencias de lo que asume.
Una hoja de consentimiento informado tiene contenidos relacionados con el propósito y la duración del estudio, así como la naturaleza de la participación , la confidencialidad de los participantes y de sus contribuciones (Miller & Boulton, 2007; Williamson, 2007). Esto sugiere que para facilitar la comprensión completa de los participantes, el texto de información del estudio debe estar escrito de manera que cumpla con los niveles de lectura de los participantes. (Frank y Winter, 2004).
En este apartado se hace necesario aclarar que el conocimiento informado en una investigación etnográfica es totalmente diferente al consentimiento utilizado para la creación de guiones comunicativos (audios, audiovisuales, entrevistas, etc), son dos formatos y herramientas diferentes.
Retomando el tema de la investigación cualitativa, es importante abordar el mundo del investigador y su relación con el participante, la cual está determinada por las características personales como la raza, la clase, la edad y el género (Ladson- Billings, 2003; Li, 2008).
Por otra parte, es necesario tener presente que en un trabajo de campo, la relación que se teje entre un investigador y el/los participantes está mediada por una gestión de riesgo ,que responde a los desafíos éticos y a los procesos emocionales propios de una investigación. La autodivulgación y la gestión de riesgos para los investigadores, está acompañada por procesos de revisión por pares o los Consejos de Ética en Investigación (REB) (Denzin y Giardina, 2007; Williamson, 2007).
Los REB (Consejos de Ética en Investigación) tienen la responsabilidad de:
- Garantizar que los investigadores consideren el bienestar de los participantes, y si hay riesgos, minimizar el daño.
- Velar por el ejercicio de la conciencia ética dentro de la investigación.
Algunas inquietudes:
¿Cómo aprendemos conciencia crítica ética para la investigación ética?
Desarrollar la conciencia crítica para la investigación ética es un proceso continuo que se presenta o realiza a través de múltiples formas como el diálogo, lo escrito y lo visual con la participación de personas de diferentes orígenes culturales, educativos y filosóficos (Denzin y Giardina, 2007; Keith-Spiegel, Whitley, Ware-Balogh, Perkins y Wittig, 2002; Kumagai y Lypson, 2009).
¿Cómo fomentar la conciencia crítica y ética?
Mediante preguntas críticas y reflexiones sobre cómo y qué estamos haciendo, qué está sucediendo, qué somos, vemos y escuchamos.
Rosana Guber, en su escrito Método, campo y reflexividad presenta otro aspecto importante en la investigación cualitativa desde la etnografía, como es el trabajo de campo, el cual no se hace “sobre” la población sino “con” y “a partir de” ella. La autora presenta dos paradigmas dominantes de la investigación social asociados al trabajo de campo etnográfico: positivismo y naturalismo.
- Según el positivismo la ciencia es una, procede según la lógica del experimento, y su patrón es la medición o cuantificación de variables para identificar relaciones; el investigador busca establecer leyes universales para “explicar” hechos particulares; el observador ensaya una aproximación neutral a su objeto de estudio, de modo que la teoría resultante se someta a la verificación posterior de otros investigadores; esto es: la teoría debe ser confirmada o falseada. La ciencia procede comparando lo que dice la teoría con lo que sucede en el terreno empírico; el científico recolecta datos a través de métodos que garantizan su neutralidad valorativa, pues de lo contrario su material seria poco confiable e inverificable.
- El naturalismo se ha pretendido como una alternativa epistemológica en donde el investigador no se propone explicar una cultura sino interpretarla o comprenderla. Las técnicas más idóneas son las menos intrusivas en la cotidianeidad estudiada: la observación participante y la entrevista en profundidad o no dirigida.
El problema de los positivistas y los naturalistas es que intentan sustraer del lenguaje y la comunicación científicos, las cualidades indéxales y reflexivas del lenguaje y la comunicación. Como la reflexividad es una propiedad de toda descripción de la realidad, tampoco es privativa de los investigadores, de algunas líneas teóricas, y de los científicos sociales.
Para Harold Garfinkel, el fundador de la etnometodología, el mundo social no se reproduce por normas, reglas y estructuras, sino por las interacciones entre personas, sociedades, culturas. Es necesario interpretar la realidad social y los contextos en los cuales los hechos cobran sentido (Garfinkel 1967; Coulon 1988), y en donde el lenguaje , como vehículo por excelencia, responde a dos de sus propiedades: indexicalidad y la reflexividad. La indexicalidad refiere a la capacidad comunicativa de un grupo de personas en virtud de presuponer la existencia de significados comunes, de su saber socialmente compartido y del origen de los significados. La reflexividad hace referencia a que el código no es informativo ni externo a la situación sino que es eminentemente práctico y constitutivo.
La particularidad del conocimiento científico no reside en sus métodos sino en el control de la reflexividad y su articulación con la teoría social; el investigador se convierte en el principal instrumento de investigación y producción de conocimientos en la medida en que reaprende de la experiencia e historias de los participantes.
Para que el investigador pueda describir la vida social que estudia es necesario incorporar tres reflexividades :
- La reflexividad del investigador en cuanto miembro de una sociedad o cultura;
- la reflexividad del investigador en cuanto investigador, con su perspectiva teórica, sus interlocutores académicos, sus hábitos disciplinarios y su epistemocentrismo;
- y las reflexividades de la población en estudio.
Para que lo anterior se logre es necesario partir de la articulación de tres dimensiones del concepto de reflexividad:
- Conciencia del investigador sobre su persona y los condicionamientos sociales y políticos: género, edad, pertenencia étnica, clase social y afiliación política.
- La posición del analista en el campo científico o académico
- Epistemocentrismo” que se refiere a las “determinaciones inherentes a la postura intelectual misma.
La reflexividad inherente al trabajo de campo es el proceso de interacción, diferenciación y reciprocidad entre la reflexividad del sujeto cognoscente -sentido común, teoría, modelos explicativos- y la de los actores o sujetos/objetos de investigación.
Al trabajo etnográfico se le suma la propuesta de Nicholas H. Wolfinger sobre la redacción de notas de campo como estrategias de recopilación, interaccionismo simbólico, análisis del entorno social y teoría fundamentada.
Tres consideraciones prácticas se resaltan en el proceso de toma de notas:
- Un investigador podrá tomar notas mientras esté en el campo.
- Está ligada al tiempo. El investigador elige qué describir.
- La toma de notas puede verse influenciada por la audiencia percibida.
Nicholas H. Wolfinger en su escrito también resalta que es importante describir personas, lugares y eventos, y a partir de los aportes de Emrson y Cols (1995:48) describe dos métodos para escribir notas de campo:
- La jerarquía de saliencia. Describir las observaciones que parecen más notales, más interesantes, más reveladoras.
- Toma de notas integrales. Describir de manera sistemáticas y comprensiva todo lo que sucedió durante un periodo de tiempo particular. Comenzar con una lista generalizada de preocpupaciones:
- ¿quién es él?
- ¿quién lo ha hecho?
- ¿qué crees que quiso decir con eso?
- ¿qué se supone que debe hacer?
- ¿por qué ella/el hizo eso?
- ¿por qué se hace eso?
- ¿qué pasa después de _____?
- ¿qué pasaría si _______?
- ¿qué piensa usted acerca de ________?
- ¿quién es responsable si _______?
- Espacio: lugar
- Actores: personas involucradas
- Actividades: actos que las personas realizan
- Objetos: cosas físicas presente
- Evento: actividades que las personas llevan a cabo
- Tiempo: secuencia que tiene lugar a lo largo del tiempo
- Meta: las cosas que las personas están tratando de lograr
- Sentimiento: emociones sentidas y expresadas
MODELOS DE CONSENTIMIENTOS INFORMADOS: